Sabes cuánto me gustaría estar en una isla desierta sin conexión alguna? Deseo tantas cosas, quisiera desentender las letras, desentender las palabras, desentender las razones motivos y sentimiento alguno que encuentre ese rinconcito que todos llaman corazón, el cual para mi hoy tiene un nombre indefinido.
Tengo tantas ideas, palabras, frases, ruidos, memorias, recuerdos, imágenes, puestas de sol, lluvias, caricias, besos, y un sinfín de cosas, mi pecho caja fuerte guardadora de tantos sentimientos encontrados que por más que expreso no atiendes.
Crees en el amor?
El chico de a lado pregunta. Mi reacción es realmente indifirente a la situación, no se quien es y ni siquiera se quien es, ambos estamos en esa banca por casualidad. Yo fumando un cigarro y dejando que el viento lo consuma mas rápido, solo esta entre mis dedos por que adoro su aroma en ellos.
No respondo a la pregunta antes dicha, y el chico que me acompaña en la banca vuelve hacerla, crees en el amor?.
Él, sin si quiera saberlo ha dado en un punto en el que a mi podría destrozárseme el corazón con solo mencionar amor.
Mi mirada se fija en él, y mientras volteo voy descubriendo quien es ese que me pregunta, si voz clara y no muy fuerte me hacia pensar que era un chico agradable, y no me equivoque, sus facciones son tranquilas, serias y serenas, su boca apetecible de labios medianamente gruesos, sus ojos un poco rasgados, pestañas medianas, cejas gruesas, nariz ancha, alto, alto a mi lado. Como pude ver todo eso en tan poco tiempo? No lo sé, solo me di cuenta de lo que es.
Ese pequeño espacio de tiempo me permitió escuchar el latir de su corazón mientras me volvia a preguntar si creía en el amor, escuche su respiración entre cortada, me di cuenta de sus suspiros que entraban y salían de su pecho, sus manos estaban posadas sobre sus piernas y su mirada estaba fija al frente. Él, necesitaba una respuesta de mi, pero por qué? No me conocía, no sabia quien era, ni mi nombre, ni mi esencia, mi mirada seguía postrada en él, su respirar me gustaba, su serenidad me inquietaba, su aroma que en momentos llegaba a mi nariz quemaba mi nariz de la la forma más dulce y agradable.
Debía responder a su pregunta? Su insistencia y ansiedad por escuchar mi respuesta era llena de ansiedad.
Él: Señorita podría usted responder a mi pregunta? Necesito saberlo.
Ella: En realidad, mi respuesta es larga, no podría terminar de hablar ahora y quizá mucho menos llenarte con ella.
Él: No importa, estoy dispuesto a escuchar cada palabra que venga de ti.
Su mirada seguía viendo al frente sin si quiera voltear a verme.
Ella: pero por que me preguntas a mi, habiendo tantas personas en este lugar?
Él: por que estas aquí en mi banca, una banca en la que suelo sentarme a esperar, y eres la primera persona que viene a usar este espacio a mi lado. Tu aroma combinado con el cigarro que fumas es distintivo. Y estas aquí conmigo.
Ella: sin palabra alguna suspira y comienza hablar…
Que si creo en el amor?
Si, soy una ferviente creyente de eso que los demás llaman amor, ese que sale de tu pecho y se da sin razón alguna, ese que la otra persona se gana sin saber por que, creo en el como la cosa mas bella existente en este mundo, creo en el amor y toda clase de sentimientos que con el conlleven, soy una adicta y alcohólica del amor.
Él: (siguiendo con su mirada al frente) pero por que permites que una lagrima salga de tus ojos?
Ella. Extraño tenerlo conmigo…
Él: dime más, en realidad existe?
Ella: sigue hablando…
Claro, el amor existe, muchos dicen que es solamente un estado mental o cosas asi, pero si lo sintieran como yo lo siento sabrían que no es nada de eso, las demás buscan razones para justificar lo injustificable, el amor es lo que es y no importa lo que digan los boleros y los tangos, el amor existe mientras tu en verdad lo desees y lo tengas, y tengo tantas marcas en el cuerpo que si las pudieras ver te darias cuenta de cuan real es el amor.
Él: (el chico quedándose en un suspiro profundo continua) podrías hablarme de esa marca que llevas en el pecho, esa que tu blusa deja un poco al descubierto.
Ella: sorprendiéndose de las cosas se pregunta entre si, pero como pudo darse cuenta, si ni siquiera me ha regalado una mirada. Llevando la mano a su pecho y tocando esa cicatriz llena de verdades y realismos continua con la charla.
Muy bien, esa marca de amor tiene una gran historia, esta llena de momentos, palabras, que la vida me regalo, contiene besos ,caricias y palabras de amor, cosas que hoy realmente extraño y sin las cuales no puedo vivir, creo que desde que naci es parte de mi, toda clase de amor, amor de pareja, de novios , amor de familia, amor de amigos, bien dicen ahí que las mujeres estamos hechas para amar y cuidar.
Él: (con una ligera reacción me regala la primer mirada)
Sus ojos obscuros me miran por primera vez, son tan lindos, y su mano se retira de una de sus piernas llevándola a mi cara y secando las lagrimas que salen de mis ojos, pero por que su mirada sigue viendo tan fijamente a un lugar desconocido. Y me dice:
En realidad y muy en el fondo sabia todo eso que me respondiste, tu aroma con ese ligero toque diferente al de las demás personas me decía que eras diferente, escuchar el latir de tu corazón cuando te pregunte sobre el amor, tu ligero nervio y tu ligero aroma tristeza y ansiedad me hicieron querer preguntar y afirmar lo que en 5 minutos pensé.
Mientras el acaricia la cara de la chica el silencio se hace mutuo, ni los pajaros cantan , ni la gente es ruidosa, como si todo se hubiera puesto de acuerdo en guardar silencio.
Ella acomodándose a la caricia suspira y siente esa pequeña caricia como suya y sonríe.
Él: sonríe y le dice…
Yo también creo en el amor…
Sus palabras retumbaron en mi pecho de la forma mas divina, hace mucho que no escuchaba la palabra amor…
Ambos en esa pequeña charla creamos una burbuja donde el mundo desapareció y el tiempo se hizo indiferente a las cosas, dejo de importarnos todo y solo fuimos uno.
Abro los ojos y lo miro, su mirada sigue fija a ningún lugar y le digo:
Eres ciego verdad?
El responde, si, no lo habías notado? Por eso es que me fijo tanto en tu aroma y reacciones, no veo las facciones, solo veo más allá de lo que un cuerpo, una cara y dos parpadeos tienen para este mundo.
Ella lo mira sorprendía a su respuesta y de pronto de sus labios fluye una linda palabra que lo hace llamarlo “amor”…
La distancia entre ella y el es tan poca, ella quiere que sus brazos la acurruquen dejándola escuchar mas de cerca su palpitar, él, solo suspira y la toma de la mano dejando que el tiempo corra y sus silencios hablen y se unan en una sola palabra,
amor