Y aun puedo recordar la ultima vez que dormi entre tus brazos, esos brazos largos que contienen esas manos suaves que pueden deslizarse por mi cuerpo sin ninguna complicación, esas manos que se ajustan sin problema alguno a mi cintura, y todo mi cuerpo.
Esa ultima vez que dormí, quizá una hora o un poco más, a veces darse cuenta de las cosas duele, pero ese pequeño dolor fue no tanto, pude ver como mi cuerpo hace un encaje u acoplamiento perfecto al tuyo, tu pecho acepto alegremente mi cabeza y tus manos volvían acariciar mi espalda recorriéndolo de norte a sur y de este a oeste. Tu aroma nada cambiante, sigue siendo el mismo, el aroma de tu sudor combinado con tu desodorante siempre ha sido uno de mis vicios, aunque para algunos pueda sonar o parecer asqueroso, eres una persona de la cual me encanta su aroma y alguna vez lo escribi en otro post. Ese aroma que al entrar a mi nariz quema mi nariz, pero no duele, es un aroma que llena mis pulmones dejándolos totalmente deseosos de seguirlo respirando, al igual que mi cuerpo y no diferente a las demás ocasiones quedo lleno de ansiadades y ganas de volver a ser acariciado por ti.
Tu sonrisa suave y timida es una de las cosas que siempre me ha gustado ver en tu rostro, esa sonrisa dibujada en cámara lenta, sí, en cámara lenta, dejando a la vista esa dentadura delineadamente perfecta, con tus dientes perfectamente cuadrados y esquinas redondas, algunas veces tu sonrisa no me deja ver tus dientes, son varias sonrisas las que he contado, pero sin duda solo hay una que se me apetecería ver hoy.
Tu aroma, si!...soy una y la mas exquisita y ferviente adicta de tu aroma, del aroma que emana de cada parte de tu cuerpo es totalmente agradable y digno de beberse ese aroma, hay un lugar especial que en ti el cual su aroma podría suicidarme.
Hay una imagen, en realidad muchas pero una en especial que mi mente no olvida, soy egoísta y no la compartiré, comencemos y regálame tu aroma.
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